miércoles, 28 de septiembre de 2011

LA ESPERA DESESPERA!

Y si hago una bola de algo chico, cuál hay?, quién me va a venir a decir algo?..
Por qué razón vivimos esperando cosas de los demás?, cosas que nunca van a llegar solas, cosas que las tenemos que pedir, cosas que nadie se da cuenta que necesitas. La puta madre!, por qué?.. seria todo tan sencillo si no esperásemos nada de nadie!.
Por qué damos esperando recibir aunque sea la mitad de lo que dimos?, por qué hacemos cosas que nos encantan por lo demás, y después ni siquiera se dan cuenta que la única mierda que buscas en un simple "perdón", "me equivoque", un abrazo, un beso, un msj a cualquier hora, cualquier muestra de interés por uno..
Por qué, por qué, por qué?. Por qué mierda no me chupa un huevo todo, y dejo de pensar en el otro, de preocuparme. Por qué razón no dejo de hacer cosas por los demás?..
Con lo de Luján solo buscaba saber si él sentía que tenía que ir, y entonces ahí iba a estar yo para acompañarlo, pero él "no sabe". Tampoco parece tener en mente acompañarme a mi, ni preguntarme si quiero eso.. Insisto, por qué carajo esperamos cosas de los demás? o al menos, porque YO sigo esperando cosas de los demás?, TANTAS cosas. Toda mi vida espere cosas de alguien, cosas que jamas llegaron, cosas que nunca van a llegar, hasta que las pidas, o hasta que te muerdas los labios para aguantarlas y llores por esperarlas y nunca recibirlas.
Daría todo porque por un momento se diera vuelta la tortilla, y seria el otro quien diera todo por uno, y uno no se diera cuenta de que es lo que el otro quiere o necesita. Quizás así aprenderíamos algo. Aun que es imposible no esperar nada de alguien, nunca. Uno siempre espera algo, uno siempre anhela o quiere que algo se dé de determinada manera, o que alguien haga o diga determinada cosa. SIEMPRE se espera algo, por mas mínimo que sea. Uno trata a al otro como le gustaría que lo traten a uno, y eso siempre se espera, no me podes decir que no, vos siempre esperas que te traten y te mimen como te gusta, o no?.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Fue todo tan raro, solo sentate a pensar dos segundos qué pasaría, si tenes a alguien al lado tuyo, con vos, y en cuestión de minutos te enteras que todo no esta tan bien como lo estaba hasta recién.
Solo de pensar que podría haberlo perdido, se me retuerce el corazón, y no soporto las lágrimas.
Gracias a Dios ya paso todo eso, pero es el día de hoy que sigo sin poder creerlo. Fueron 15 minutos los que nos separaron, y los que nos podrían haber separado por mucho más tiempo.
Fueron cuatro días de locura, tristeza, nervios, miedo, ausencia, y al mismo tiempo tenia que mostrarme fuerte, tranquila y segura. Y todo eso ausentaba en mi.
Todo arranco con el ruido del celular, alguien me llamaba y me decía "Agus, soy Rodri, hablaste con mamá, hablaste con papá?".. y todo se desmorono a pedazos. No terminaba de entender como había pasado todo eso.
La madrugada no se me paso más, no paraba de mirar la foto que tengo en la computadora, y llorar, estaba como tildada, no podía pensar en nada positivo, ni en nada que me calmara.. todos dormían.
Hasta la mañana, que decidí levantarme, ducharme y salir a verlo. Sentía nervios, era como si fuese la primera vez que me iba a encontrar con él, es que en realidad era una segunda
"primera vez". A penas llegue a la clínica, en capital, lo vi al papá, persona que me causa una inmensa ternura y paciencia, y me vio, me dijo que él estaba haciéndose un estudio, y que ahora iba a salir, y acto seguido a eso se le llenaron los ojos de lágrimas y me abrazo, todavía siento ese momento. Unos minutos después lo vi salir de la sala, tapado con una sabana blanca, y de pasada le dije "mi amor", miro, pero no se si me vio.

Un rato más tarde logro entrar a verlo cuando el papá me mira y me dice "Agus, vení, querés verlo?", y yo sin dudarlo dije que sí, daba mi vida por volver a verlo y tomar su mano, al menos.
Entre, y no podía creer que esté ahí, otra vez conmigo, mirándonos. Hablamos unos minutos, le dije que lo amaba, me contó donde le dolía, y tuve que volver a salir. Pero feliz, a pesar de todo feliz, nada me cerraba, no había caído en nada, pero estaba feliz, jamas había sentido ese tipo de felicidad y tranquilidad al verlo.
Creo que las siguientes 2 horas camine sin parar, no podía dejar de moverme, quería dejar de pensar pero todo me hacia volver. El celular sonaba, como no suena ni para mi cumpleaños, todos eran similares, pero en algún punto demostraban preocupación y cariño.
A eso de las 13, 13:30 lo pasan a una habitación, donde primero se quedaron los papas, y después ahí me quede todo el día. Necesitaba abrazarlo y sentirlo mio, y conmigo, como siempre.. cosa que tuve que esperar hasta el alta. Pero estuve ahí, no podía despegarme. Nunca había disfrutado tanto de apretar su mano, de acariciarlo, mirarlo mientras dormía, sentirlo ahí, sentirlo vivo!, y conmigo.
Los siguientes tres días fueron muy similares, no lograba dormirme a la noche, y cuando lo hacia me despertaba sola y sobresaltada a la madrugada. Me despertaba y me desesperaba por ir a verlo, por mas que supiera que estaba bien, incluso hasta el día en que le dieron el alta, él ya estaba en su casa, pero para mi nada habia terminado. Incluso ahora, después de dos semana, nada pasó por completo, todavía algo hay, esta ese "no se que".

Jamas pensé que se podía llegar a amar tanto a alguien, que alguien significara tanto en tu vida, o tanto como tu vida. Que tu felicidad dependiera de la de otro y de que ese otro este bien. No se, no puedo despegarme de él, no paro de pensar en él un segundo, necesito saber de él cada una hora al menos, saber que esta bien, que no necesita nada. Quiero hacerlo sentir bien, despejarlo, que se divierta conmigo, que pase buenos momentos. Estoy siendo una Agustina que no conocía, que me gusta, pero que esta al servicio del otro, más que nunca.
Él ya es parte de mi cuerpo, de mi ser, de mi alma, de mi todo, él es un todo, mi todo. Te amo con el alma Lautaro, jamás quiero perderte, y mucho menos dejarte ir. TE TENGO ACÁ, CONMIGO!
UN ANTES Y UN DESPUÉS