
Su cara solía asumir una expresión extraña, casi severa,
pero en ese momento al menos estaba completamente vacía.
Era una de esas personas que sólo se vuelven verdaderamente
hermosas cuando sus rostros traslucen los signos de sus pensamientos o sentimientos.
pero en ese momento al menos estaba completamente vacía.
Era una de esas personas que sólo se vuelven verdaderamente
hermosas cuando sus rostros traslucen los signos de sus pensamientos o sentimientos.
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