martes, 31 de agosto de 2010

Te conocí un día de enero,
con la luna en mi nariz.
Y como ví que eras sincero,
en tus ojos me perdí.

Que torpe distracción.
Y que dulce sensación.

Y ahora que andamos por el mundo,
como Eneas y Benitin.
Ya te encontre varios rasguños,
que te hicieron por ahí.

Pero mi loco amor,
es tu mejor doctor.

Voy a curarte el alma en duelo,
voy a dejarte como nuevo,
y todo va a pasar,
pronto verás el sol brillar..

Tú más que nadie mereces ser feliz.

Ya vas a ver como van sanando
poco a poco tus heridas.
Ya vas a ver como va
la misma vida a decantar la sal que sobra del mar.

Y aunque hayas sido un extranjero
hasta en tu propio país.
Si yo te digo ¿qué dices tu?,
tu aún dices ¿que decís?.
Y lloras de emoción oyendo un bandoneón.

Y aunque parezcas despistado con ese caminar pausado,
conozco la razón que hace doler tu corazón,
por eso quise hacerte esta canción.

Ya vas a ver como van sanando
poco a poco tus heridas.
Ya vas a ver como va
la misma vida a decantar la sal que sobra del mar.

No hay comentarios: